lunes, 15 de noviembre de 2010

Ramón Belisario: Los artistas buscamos elevar el espíritu

El maestro Ramón Belisario está concentrado en unas cajitas. Son piezas seriadas de arte en las que está contenido San Sebastian, el mártir, observado a través de su maestría y particular forma de dar a conocer el universo plástico de una de las figuras religiosas que más ha despertado la admiración de pintores de todo el mundo y de todas las épocas.

Cerca de 7 mil imágenes han sido censadas por historiadores y coleccionistas de arte sobre San Sebastian, el hombre semidesnudo, la mayoría de las veces atravesado por flechas, acompañado o no de grandes figuras religiosas, mirando al cielo, atado a un árbol, despedazándose, con singular estética.

Pero el San Sebastian de Belisario es diferente. Conjuga el estilo que por más de cuarenta años ha desarrollado. Los colores no se desplazan con la vivacidad con que acostumbra, pero los mantiene celosamente conjugados con las líneas expresivas, y camufla, dentro de la pieza elementos que llaman la atención y plantean preguntas y respuestas en el espectador.

La atmosfera del color es telúrica, fantasmal. Esconde un misterio. Busca una reacción

- ¿Por qué San Sebastian en pleno 2010?

- La temática asumida, religiosamente enmarcada dentro de ese contexto, lo seleccioné porque hay una cosa interesante del mártir, del religioso como tal, y es que si tu la asocias a un parecer de tu entorno, en el caso especifico de la religiosidad, en el tema venezolano-latinoamericano, identifica lo que es el tema social-religioso, enmarcado en la figura humana, sobre el sufrimiento, como angustia, de los padecimientos del ser humano; del hombre como tema principal.

- ¿Sufrimiento hermoso, padecimiento gozoso?

Fue un excelentísimo tema abordado por los artistas europeos, pintado con exhuberancia, un cuerpo desnudo que denota una singular belleza, llevada al extremo, donde se exaltan visualmente la belleza espiritual, llevada a su expresión máxima.

Ese cuerpo desnudo blanco lo denominaría algo ignoto, puro, celestial, religioso-espiritual, pero estas imágenes están asociadas también con la peste…El cuerpo de San Sebastian no fue beatificado porque fue lanzado a las aguas negras. Está registrado que tuvo un sueño donde le pidió a Santa Lucia que le buscara su cuerpo.

Los artistas del 1400 llegaron hasta la exageración de cubrirse los ojos y taparse la nariz para poder imaginarse a San Sebastian.

Si no es tan pura desde el punto de vista analítico-religioso la connotación de este mártir… ¿Qué querían y quieren alcanzar los artistas que lo representan?

Elevar su espíritu.

¿Por qué agrega elementos axiomáticos como un conejo, un pájaro?

Agregan ironía. El conejo representa la nobleza y la viveza también. Alrededor de este cuerpo trabajo con elementos iconográficos que identifican esta imagen en este tiempo moderno. Porque si existen mas de 7 mil imágenes en torno a este santo, hablamos de casi un agotamiento de su figura. Expresarlo con la misma idea no tiene sentido. Tomo el cuerpo, los deshago, hago un gesto con una pincelada, lo transformo. Es romper con la idea clásica: el cuerpo perfecto que se presta para adorarlo. Siento que hay que descuartizarlo en la forma de expresión.

¿Por qué aparece Lady D en una de las imágenes seriadas de San Sebastian?

Incorporo un recurso técnico del collage... Aparece Lady D, sufrida, dentro del mismo planteamiento. Todos somos un San Sebastian dentro del martirio del ser humano. Lady D fue una mártir. Una San Sebastiana.

Es para que el espectador indague… deduzca… piense… vaya más allá de la lectura visual.

¿Cuánto queda del artista que en el año 1975 ganó el premio Andrés Pérez Mujica del Salón Michelena?

Sigo siendo figurativo. Retomo figuras clásicas, pero no llevándola al lienzo como tal, sino deformando algunas imágenes. Cuando gané el Pérez Mujica lo que hice fue retomar lo clásico con una iconografía moderna, con un dentífrico. Lo que traté de registrar en la composición fue que la mujer no fuera utilizada como objeto de consumo.

Sigo trabajando figuras clásicas de cualquier pintor flamenco, alemán, holandés pero buscando una significación.

¿Cómo llegar al dominio y a un estilo propio?

Un artista que no lee no se intelectualiza. Un artista que no se documente, no investigue, no puede hacerse un buen exponente de su arte. Los jóvenes no pueden ni deben conformarse solo con las herramientas de trabajo que se le enseñan en las escuelas.

La investigación nutrió toda mi inquietud para poder desarrollar mi obra. Un artista tiene que defender la obra con un basamento filosófico, tanto teórico como practico, sino existe eso el artista es vapuleado…

El dibujo sigue siendo fundamental una presencia en la obra mía. Un rasgo, una línea, un esbozo, una tendencia de expresión… es fundamental dentro de cada obra… Así uses tecnologías e instalaciones, la formación exige el dibujo como academia. El dibujo está presente así existan los medios tecnológicos… porque siempre tiene contar con la sapiencia y la acertada decisión del artista…

Belisario participó quince veces antes de ganar el importante premio del Michelena. Cuando lo obtuvo ya era docente. Para él sigue siendo más importante haber ganado el segundo que el primer premio como tal. Ha sido y es maestro de generaciones enteras de artistas venezolanos tanto y desde la Universidad de Carabobo como de la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena.

Premios, reconocimientos, exposiciones nacionales e internacionales llenan un amplio curriculum que el muestra con sencillez y ecuanimidad.



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